Es una de las ciudades más antiguas de Europa, fundada por los fenicios en el año 1200 a.c. Durante la edad media, Lisboa se convirtió en un importante centro administrativo y comercial siendo un punto estratégico en las rutas comerciales con África y América. La capital portuguesa está llena de historia, monumentos de gran interés y una gastronomía fascinante. En este artículo te dejamos algunas sugerencias para que disfrutes de esta ciudad.

La ciudad está dividida en barrios, uno de los más importantes es La Baixa, el corazón del centro histórico que fue reconstruido después de un fuerte terremoto en el siglo XVIII. Aquí podrás ver la Plaza del Comercio, una explanada que abre a Lisboa al río Tajo. La Avenida de la Libertad, de más de 1km de longitud y sus aceras de mosaico. Y claro, no te puedes perder el famoso elevador de Santa Justa diseñado por un discípulo de Gustave Eiffel. En este barrio encontrarás algunos museos como el de diseño y moda, tiendas y muchos lugares para comer su típico platillo de bacalao.

 

El segundo barrio es el de Alfama, situado en la colina. Famoso por sus calles estrechas y su típico tranvía. En este barrio se encuentra ubicado el Castillo de San Jorge, antigua residencia de los reyes de Portugal. Tiene maravillosas vistas sobre el río Tajo y la ciudad. También podrás visitar la Catedral de Lisboa del siglo XII que ha sido restaurada en varias ocasiones.

 

El barrio bohemio de la ciudad es el de Chiado y Barrio Alto, una forma fácil de acceder a él es por medio del tradicional elevador. Visita sus librerías y cafeterías. Es la zona perfecta para salir por la noche a tomar algo o cenar en alguno de sus restaurantes.

 

Otro de los barrios famosos es el de Belém, un poco alejado del centro pero con monumentos importantes. El Monasterio de los Jerónimos fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983, cuenta con figuras muy detalladas tanto en la fachada como al interior del claustro. La Torre de Belem es sin duda otro de los monumentos esenciales de Lisboa, una antigua fortaleza del siglo XV que sirvió como aduana marítima. No puedes irte de Lisboa sin probar los pasteles de Belém que se encuentran ubicados muy cerca del Monasterio.

 

Por último puedes visitar el Parque de las Naciones, zona que se creó con motivo de la Expo de 1998. Una zona moderna donde se encuentra ubicado el segundo acuario más grande de Europa, la torre Vasco de Gama, el Pabellón del Conocimiento y el puente Vasco de Gama. Si lo que quieres es apreciar toda el área y tener una vista del río súbete al funicular.